teresina huesca

El hijo de la Teresina

Mi tía Julia solía contar muchas historias. Yo las escuchaba embelesada desde pequeña, porque siempre me había rodeado de personas mayores y sus recuerdos en primera persona eran mejor que cualquier cuento. A sus 94 años la tía conservaba la memoria intacta y en ella re-vivían tiempos y personas pasadas. Sentada en el hogar de su cocina, en aquella silla baja tras la que colgaba un trapo de Portugal sobre una caja de latón de Titanlux que nunca supe qué contenía, mi tía Julia rememoraba sus tiempos jóvenes. Así la tengo grabada en una cinta en la que se dice a sí misma «ni uno vivirá, porque yo he vivido muchos años, y eran de mi tiempo» en referencia a las personas de las que hablaba en ese momento. Leer más »