Casa-coworking. Espacio de trabajo, tecnología y cultura desde un pueblo de 40 habitantes
Vengo de los Foros de Versvs, donde Oskar Calvo se pregunta si es posible darse de alta como autónomo online y cómo hacerlo. Bien, para iniciar este proyecto de Casa Tía Julia, yo lo primero que hice fue darme de alta como autónoma (después de haber solicitado la capitalización del paro, pero eso es tema para otro post) y conseguí hacerlo por internet, así que voy a explicar cómo lo hice.
Vengo de una conferencia de Enrique Vila-Matas y Chus Martínez a cuenta de la inauguración de una exposición en el centro de arte contemporáneo Fabra i Coats. Este centro nos queda al lado de casa a mi guapa y a mí, y según volvía del trabajo, hemos decidido entrar a ver qué.
Nuria Sebastián proyecta convertir la casa de su tía abuela en Ciria en un centro cultural, a través de una campaña de financiación en masa
Quizás hayas leído ya esta nota en Facebook, o te haya llegado por mail, en cualquier caso, quería recuperar este mensaje e incluirlo en este blog.
Recupero aquí este texto de Carmen Martín Gaite, del libro La búsqueda del interlocutor y otras búsquedas:
Un mail de una desconocida
El 11 de noviembre de 2011, es decir, hace casi 2 años, recibí un mail escueto de una desconocida llamada Carmen Bueno, que de alguna manera (no me lo especificaba) había conocido la revista Iguazú y quería colaborar:
Siempre supe que Carmen Martín Gaite había llegado a mi vida para cambiarla y me repetía a menudo una de sus frases, para no dejarme engañar:
Los microtalleres son cápsulas de formación presenciales de pequeño formato en las que se pretende ofrecer conocimiento muy práctico. La idea es salir de la clase sabiendo HACER algo que antes de entrar al aula no se conocía.
Casa Tía Julia es una iniciativa que no sale de la nada, sino que tiene como familia otros proyectos que también siguen en pie, algunos ya con más de 19 años en marcha, como la revista Iguazú. Aquí os los presentamos.
Más allá de motivos personales, quiero también ser transparente sobre mi carrera y mi capacidad profesional para poner en marcha Casa Tía Julia, un proyecto que, aunque parezca una auténtica locura, tiene unas sólidas bases.